Sobra extremismo y falta respeto



Los grandes partidos despiertan pasiones y fervor entre los aficionados más radicales o más apasionados. Abandonar la lógica para alentar a tu equipo antes del duelo decisivo es la tónica más habitual, aunque para ello haya que convertir el deporte del fútbol en un lamentable espectáculo entre devotos del balón y extremistas de unos colores.

Es habitual ver o escuchar en los campos de fútbol como entre los cánticos dirigidos a alentar a los jugadores de tu equipo, los aficionados incluyen mensajes violentos y humillaciones de todo tipo para el equipo rival. Se trata de una costumbre tan habitual como virulenta y que tiñe de ineptitud los campos de fútbol junto con los aficionados que los llenan. Descalificar al rival de enfrente es una fea costumbre que en nuestro fútbol se ha convertido en una costumbre y tristemente en una seña de identidad.

¿Podremos llegar a vivir el día en el que una afición anime y respete al mismo tiempo?

En el intelecto de cualquier profesional del fútbol, no se llega a entender como alguien puede considerar que insultar a tu vecino sea arma necesaria para conseguir que los jugadores de tu equipo ganen. El ser humano puede ser tan cruel como racional y saber llegar a la conclusión de que la violencia verbal es el mejor anticipo de la violencia física, algo que nos aleja del deporte que tanto defendemos.

Lamentable tweet que desea la muerte de Sergio Ramos
Como ejemplo de estos hechos podemos decir que reconocer que Leo Messi es uno de los mejores jugadores de fútbol que ha existido es un hecho que debería entrar en la lógica de cualquiera, pero que admitirlo por parte de un aficionado del Real Madrid es poco más que un sacrilegio. Es más probable es que un aficionado o ultra del Real Madrid no solo no considere a Leo Messi el mejor, si no que seguramente su valoración vaya acompañada de algún insulto o descalificación tan irrelevante como innecesario.

Tenemos que llegar al equilibrio de la lógica entre aficiones, y recordar momentos como aquel que se vivió cuando jugadores como Ronaldinho, Messi o Iniesta eran ovacionados en el Santiago Bernabéu. Esos son los ejemplos que tenemos que tomar y vivir, animar a los jugadores de tu equipo sin insultar ni faltar al respeto a los colores del eterno rival.



El día que el Santiago Bernabéu aplaudió a Ronaldinho | Canal Youtube: Fútbol de oro

Hoy, cuando estamos a las puertas de vivir un trascendental Atlético de Madrid – Real Madrid, leemos a aficiones hablar de sangre, desear la muerte de jugadores del otro equipo. Desde fotosybanquillo alentamos a la gente a vivir este partido como el bonito espectáculo que es, con el orgullo de saber que el fútbol madrileño reina en Europa dejando atrás toda violencia ya sea verbal o física.

No convirtamos esto en un desfile de ineptitudes y majaderos ultras que confunden el fervor con la violencia, convirtiendo el balón en un cuchillo que secciona los valores del fútbol como si de un tumor se tratara.

En las gradas de los campos de fútbol, sobra extremismo ultra y falta respeto.






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