En
el fútbol, como en la vida, existen muchos momentos que por su complejidad o
dificultad se precisa una pronta y firme reacción. Instantes en los que la
templanza llama a la experiencia, para juntas conseguir que el deporte del
fútbol siga siendo el hermoso deporte que es.
Y
es ahí donde vamos a detener nuestros pasos, en esos entrañables personajes del
fútbol que desde la experiencia manejan el tiempo y todos las situaciones que
se deriven de él, con una precisión poco
valorada, pero necesitada y respetada por todos aquellos que amamos el deporte
de fútbol.
La
mayoría de clubs de fútbol tienen o han tenido en su día a día personas que han
dedicado su tiempo en pos de la pelota y todo lo que ella arrastra tras de sí.
Dueños del silencio, son portadores de cierto aroma a sabiduría que deja corto
el simple nombre “delegado”, cuando en realidad se fajan como auténticos
veteranos del balón y verdaderos profetas del día a día en los campos,
banquillos, despachos…etc.
Todos
conocemos a algunas de estas personas, que forman parte de la grandeza de este
deporte y de las cuales nunca dejas de aprender, pues la mirada de un veterano
tiene tanto recorrido como la mente más brillante y el entrenador más
prolífico.
Jamás
se pierden toda cita a la que puedan humanamente acudir, cada palabra suya
tiene precisión cirujana y cae justo donde tiene que caer. Los detalles más
ínfimos son retos que superan al día, pues la experiencia es una cualidad que
les eleva por encima de toda táctica o metodología deportiva.
Por
eso creo justo homenajear a todos aquellos héroes del día a día que ocupan su
tiempo en llenar los pequeños silencios que tiene la pelota tras de sí, pues en
su mente se hayan muchas respuestas que solo su experiencia es capaz de darte y
que su generosa mano te regala.
Queramos
y respetemos a esos ilustres amigos de la pelota, nuestros delegados, nuestros maestros. Ellos son
la esencia de todo equipo de trabajo y su brillantez da peso y calidad humana
al lugar que ocupen.
Un
brindis por los veteranos de nuestro fútbol, que lejos de retirarse nos regalan
su tiempo y experiencia para hacer más grande el deporte que tanto queremos.
Félix de Blas Martín