El trabajo diario en un equipo de fútbol es un camino duro y difícil, un complejo camino que el tiempo nos obliga a recorrer de mejor o peor manera. Tanto el éxito como el fracaso dependerán no solo de cómo lo afrontemos, sino también del equipo humano con que nos rodeemos.
Los
entrenadores de fútbol tenemos la calidad de nuestro trabajo supeditada al
equipo de personas que nos ayudan a recorrer la temporada, no existen los
buenos entrenadores de fútbol si no los grandes equipos de trabajo.
Para
aquellos que hemos estado en las cloacas del fútbol base trabajando día a día
con la única ayuda que la de uno mismo, disponer de un equipo de trabajo a tu
lado es un lujo enriquecedor en lo profesional y en lo personal. Que una o varias personas trabaje a tu lado una temporada te aporta soluciones, buenos recuerdos, calidad en el trabajo y en ocasiones grandes amigos.
Si
la unión y la comunicación se mantienen vivas en cada paso que de cualquier
cuerpo técnico, el deporte del fútbol será el gran beneficiado. De ese modo ese
núcleo de trabajo será responsable de grandes futbolistas y mejores momentos en
este deporte.
Tener
la posibilidad de componer un cuerpo técnico de trabajo que te aporte en lo
profesional y enriquezca tu labor al frente del equipo se puede considerar un
gran aporte de los tiempos que vivimos al fútbol moderno. Allí donde no lleguen
los ojos del entrenador, alcanzaran los conocimientos o la ciencia de aquellos
que caminan junto a él y eso es trabajo en equipo, principio básico de este
deporte.
Un
mismo objetivo deportivo puede llegar a unir a varios profesionales del fútbol
en una misma labor de temporada, el día a día los convertirá en una familia y
el tiempo conseguirá que la calidad de su trabajo quede perpetuada para
siempre.
Félix de Blas