La vida para un deportista profesional es una sucesión de etapas que llevan el rumbo de tus días de un lugar para otro. El comportamiento y la profesionalidad que demuestres en cada una de esas etapas marcarán el destino y el lugar que ocupen en su vida deportiva.
El
pasado domingo Álvaro Arbeloa se despidió de su club el Real Madrid levantando
la ovación de su público y el cariño de sus compañeros. Su trayectoria le avala
como un futbolista de aquellos a los que se puede admirar por dos cosas,
carácter y profesionalidad.
Momento del gol que Arbeloa "quitó" a Cristiano Ronaldo |
El
mejor Álvaro Arbeloa estaba dotado de una gran inteligencia táctica que sumado
a la ya conocida polivalencia, tenía como resultado un futbolista que destacaba
como uno de los mejores defensas del mundo.
En
su última etapa como futbolista ha destacado su faceta de líder en una casa tan
complicada como el Real Madrid y en un vestuario repleto de egos como el del
primer equipo blanco, no dudando en defender esos colores por encima de críticas
y descalificaciones.
La
actualidad del equipo blanco en los últimos años se ha visto salpicada por un
grave sentimiento de anti-madridismo, fruto de los egos del Sr. Don Dinero y su
abanderado Florentino Pérez. Aparecer siempre por encima de esto para defender tus
colores sin hacer caso a lo que digan de ti, eleva tu carácter y da prestigio a
tu nombre por encima de los valores futbolísticos.
Con
sus mejores años nos regaló a los ojos la sobriedad de un defensa de gran
altura, en la veteranía ha enseñado al mundo el carácter de un hombre forjado
entre los grandes y que enfundaba una de las camisetas más grandes que el mundo
del fútbol ha conocido.
Que
nadie se engañe, porque a todos aquellos que nos sentamos en el banquillo nos gustaría tener un futbolista con esa capacidad y esa personalidad. Existe
otro fútbol que vive escondido a espaldas de los Messi, Cristiano etc… y que
hombres como Arbeloa manejan a la perfección. No hablamos de un defensa
cualquiera, hablamos de uno que se atrevió a quitarle un gol a Cristiano
Ronaldo.
Tan
oportunamente criticado por muchos, que todos ellos olvidan el peso y grandeza
de su palmarés. A este salmantino se le puede culpar táctica o técnicamente de muchas
cosas en estos últimos años, pero nunca de no estar o esconderse. Decir Arbeloa
siempre será recordar muchas cosas, pero sobretodo madridismo, carácter y
sinceridad.
Félix de Blas