Lograr
un triunfo siempre es verte envuelto en una nube de alegría, locura, sentir que
vuelas por encima de los demás. Si encima ese triunfo se obtiene con trabajo y
desde la humildad, conseguirás sin duda la admiración de todos los que te
rodean.
Actualmente
no se puede hablar de triunfo en el fútbol de élite sin llevar la mirada hacia
ese pequeño equipo vestido de azul, y digo pequeño porque hasta hace poco
tiempo nadie miraba a ese equipo al hablar de triunfo en Europa y muchos menos
en Inglaterra.
Que
el fútbol mundial hable hoy de este equipo el mismo año que Europa ha visto
fracasar a grandes como Barcelona, Juve, Bayern o Manchester, es una buena
lección de humildad y señorío para todos esos que creen que la élite de este
deporte tiene que estar unida al poder del dinero.
Humildad,
trabajo y silencio han traído un triunfo en una liga admirada por todos, y que
desde ahora se puede definir como la más bonita de Europa. Con futbolistas
llegados desde el silencio y un entrenador que parecía acabado en este deporte,
de pronto Leicester se ha situado en el mapa.
Agradecer
a estos futbolistas y su cuerpo técnico que hayan demostrado que el fútbol es un
deporte donde no se llega al triunfo con billetes y con poder, sino con
deportistas de verdad y mucho trabajo.
Nuestra más sincera enhorabuena a todos aquellos que hayan derramado una gota de sudor por este triunfo tan bonito.
La
imagen ha durado un momento, pero el recuerdo de ver a un equipo llegado desde
el silencio alzar el título de campeón siempre lo tendremos. Ojalá el fútbol
español gane en justicia deportiva alguna vez y podamos ver en serio una
campeonato de liga competido por más de tres equipos.
@fotosybanquillo