Alrededor
de un balón se pueden llegar a unir cualquier tipo de personas, sin distinción
en raza, religión o sexo. Esto llega a convertir a este deporte en un fenómeno cultural y un gran igualador social. Cuando rueda la
pelota no importa tu nivel económico o la religión que proceses solo importa
aquello que con el balón somos capaces de desarrollar, y es precisamente ahí
donde destacan con gran brillantez las mujeres dentro del mundo del fútbol.
Desde
sus inicios el fútbol ha sido un deporte machista manejado por hombres y para
hombres, hoy por hoy la evolución social y cultural ha llegado a este deporte
haciendo a las mujeres un lugar cada día más importante.
En algunas partes del mundo la
profesionalización del deporte femenino ha llegado también al fútbol instalando
a las jugadoras en un plano similar a sus homólogos masculinos. La calidad de
los partidos y la esencia del espectáculo que los partidos de esas ligas dan
son similares si no superiores a las que dan los hombres en cualquier liga de la
élite.
Algunos países, como Suecia o Alemania,
tienen un nivel en sus ligas que actualmente deja muy atrás a cualquier país
europeo o mundial. Por otra parte, es de reconocer el gran crecimiento que este
deporte ha tenido en las últimas décadas llegando incluso a despuntar en
algunos momentos en la machista cultura futbolística española.
Verónica Boquete |
Uno de nuestros mayores exponentes en el
fútbol femenino nacional, Verónica Boquete, fue elegida en 2014 entre las diez
candidatas al balón de oro femenino de ese año. Seguramente aquel momento puso en
la picota de la actualidad al fútbol femenino español, pero las diferencias en tantos
y tantos aspectos son tan grandes que queda mucho camino por andar para
conseguir la igualdad absoluta entre géneros.
El abandono institucional, social y
cultural que en España hay hacia este
deporte es cada vez menor, pero todavía suficiente como para considerar el
trato hacia las mujeres futbolista totalmente injusto. Tener que luchar por
considerar el fútbol femenino como un igual es un claro reflejo de la desigualdad
existente entre géneros, aunque motiva cada día más a aquellos que apoyamos a
las mujeres en el fútbol.
¿Os imagináis a un informativo deportivo
de televisión abriendo con los goles de la jornada del fútbol femenino? ¿O un
programa nocturno de debate sobre las necesidades del fútbol femenino?
Actuaciones como estas son ahora mismo más un sueño que una apuesta por la
realidad. Federaciones, medios de comunicación y patrocinadores deberían de potenciar
más sus inversiones en tiempo y medios para que el fútbol femenino creciera
hasta el nivel de profesionalización que merece.
Es muy sencillo decir que se apuesta por
el fútbol femenino en un medio de comunicación, y luego abrir un periódico y no
leer ninguna mención a este deporte. Podemos organizar actos, repartir premios
o mencionar de vez en cuando a la selección nacional de fútbol femenino o
alguna de sus jugadoras, pero son apuestas irreales que se evaporan con el
tiempo.
En la sociedad actual interesa más saber
dónde ha cenado Fernando Torres, el uso de las redes sociales de Piqué o en que
se gasta el dinero Cristiano Ronaldo, antes de saber una mínima parte de
actualidad sobre el fútbol femenino español.
Ignoro si el problema es cuestión de
igualdad, respeto o un poco de ambas, pero las amplias diferencias que se viven
en el deporte femenino del fútbol en España en cuanto a los hombres, deberían
de invitar a una reflexión profunda a toda la sociedad.
Por suerte para todos, las mujeres como
en toda su historia se han abierto un camino en este deporte y un gran respeto
por la mayoría de los que amamos y seguimos el fútbol desde dentro. Todos
juntos soñamos con vivir el día en el que realmente se apueste por las mujeres
en el fútbol.
Félix de Blas