La buena imagen de juego que presenta el FC. Barcelona esta temporada y la cantidad de títulos que acumula en esta etapa que dirige Luis Enrique, hacen imposibles las comparaciones con su antecesor y amigo Pep Guardiola.
Si
bien es cierto que el palmarés de ambos técnicos al frente de la nave blaugrana
es amplio, brillante y muy parejo, la muestra de juego de sus equipos así como
la evolución táctica de ambas escuadras mantiene algunas diferencias.
Etapa
Guardiola
El
modelo de juego del equipo de Guardiola se basaba en una premisa muy
importante, la presión ejercida sobre el rival. Para ello los hombres de
Guardiola adelantaban las líneas todo lo que fuera necesario.
En
su transición ataque – defensa, los hombres de Guardiola respondían con una presión inmediata tras pérdida con una
alta dosis de intensidad y organización. Ejercida en cualquier zona que se
diera la pérdida de la pelota, la presión llegaba de manera inmediata tratando
de recuperar la posesión del balón en el menor tiempo posible.
Video: Canal Youtube Julio Vaccari
Video: Canal Youtube Julio Vaccari
Del
mismo modo la organización defensiva del FC. Barcelona en esta exitosa etapa,
tenía como norma una presión alta a la salida de balón. Si el rival decidía dar
salida a su juego desde atrás, el equipo blaugrana subía la línea de presión
llevando a su defensa a situarse más allá del medio campo. Esta situación daba
como resultado recuperaciones de balón muy cercanas a la portería rival e
innumerables pérdidas de balón por parte rival.
Fuera
cual fuere la manera elegida por su rival para dar salida a su juego, el equipo
de Guardiola ejercía una presión alta y fuerte en cualquier posición en la que
se encontrara el balón.
En
su transición defensa - ataque se daban dos situaciones, que la posesión fuera
recuperada en campo rival o en campo propio.
· Si
esta situación se desarrollaba en campo rival, el equipo blaugrana trataba de
acelerar la jugada mediante paredes rápidas y numerosos desmarques de todo
tipo, que sumada a una posesión clara, paciente y rápida daba como resultado muchas
situaciones rápidas de gol.
· Por
el contrario, si esta situación se daba en campo propio, la posesión se hacía
rápida pero sobre todo paciente. El objetivo claro era pasar a campo rival con
la mayor claridad posible, aunque para ello fuera necesario alargar la posesión.
Los numerosos desmarques así como la calidad individual de sus jugadores
generaban muchas situaciones de pase, que dotaban a la posesión del balón de claridad
y velocidad.
Una
de las principales características que tenía el histórico equipo de Pep Guardiola era su fe inquebrantable en
su estilo y modo de juego, este no variaba fuera quien fuera el rival al que se
enfrentaban.
Etapa
Luis Enrique
Basando
su modelo de juego en el de su antecesor, Luis Enrique dota de algunas
diferencias que hacen que el juego evolucione e incluso algunos lo consideren
más maduro.
La
presión ha pasado a segundo plano y ya no es la única respuesta defensiva de un
equipo, que es capaz de plantear diferentes situaciones de juego dependiendo
del rival. Actualmente, no es difícil ver al equipo de Luis Enrique replegarse
a posiciones defensivas y forzar las salidas al contraataque en velocidad. Esto
hace que en este caso la posesión del balón sea para el rival, algo que en la
etapa de Guardiola no ocurría nunca.
La
evolución táctica del equipo blaugrana se muestra en los diferentes registros
de juego que son capaces de manejar y poner en práctica. Los contraataques no
son ni de lejos la única arma que maneja el equipo de Luis Enrique, este fiel a
su estilo y ADN es capaz de manejar la posesión de balón y ejercer la presión
de un modo similar al Barcelona de Guardiola.
Una
de las diferencias más notables entre estilos y equipos es el modo,
comportamiento y posicionamiento de sus futbolistas en la salida del balón. Si
bien con Guardiola era fácil ver como los defensas centrales asumían tareas en
la distribución de juego, con Luis Enrique futbolistas como Busquets retrasan
su poción y asumen esta disposición del juego.
Del
mismo modo el técnico asturiano del FC. Barcelona mantiene las líneas menos
adelantadas y suben su posición progresivamente dependiendo de donde se
encuentre la pelota.
Estas
son algunas de las diferencias que pueden verse entre ambos equipos, ahora que
cada uno juzgue cuál es su preferido o quien juega mejor. Las comparaciones son
inevitables, pues el bloque y la calidad individual de los jugadores es la
misma.
A
estos equipos por encima de todo los une es una misma esencia y unos colores
que han llegado alto en las dos etapas, formando parte ya de la historia de
este deporte.
Félix de Blas